Cuevas marinas

Vis y los islotes de alrededor son un destino muy atractivo para muchos, a pesar de encontrarse a pleno mar abierto en el Adriático. Hay escondidas en terrenos rocosos muchas cuevas marinas que invitan a explorar sus interiores fascinantes.

La cueva azul es la favorita de las incontables cuevas de las aguas de alrededor de Vis. Puede ser encontrada en el islote de Biševo al que se puede acceder con una corta excursión en barco, facilmente contratable desde la pintoresca ciudad de Komiža. El reflejo de la luz solar en la superficie del mar y su paso a través de una abertura bajo el agua es un mecanismo natural complejo que añade a esta cueva un tinte azulado mágico y un brillo plateado semejante a luz de la luna. La intensidad de los colores de la cueva a dejado sin palabras a sus visitantes e incluso sin aliento durante muchos años. La sola entrada a la cueva es toda una aventura en si misma. Un pequeño barco con poca gente es todo lo que puede ser admitido, y si hace viento, toda la ''tripulación'' debe inclinar sus cabezas a un nivel no más alto de el del borde del barco.

Particularmente notable entre las 26 cuevas de Biševo se encuentra la cueva del monje del mar. Su gran belleza fue reconocida hace más de 40 años, cuando fue declarada monumento natural protegido. El nombre proviene del antiguo habitante de la cueva, la foca mediterránea conocida como el monje del mar, en la actualidad una especie en peligro de extinción. La característica más remarcable de la cueva es el "desequilibrio" extraño de su ámplia y cavernosa abertura y su interior cónico que se hace cada vez más oscuro a medida que uno va accediendo al corazón de la misma".
La cueva verde en el islote de Ravnik es llamda así por sus efectos de luz, similares a los de la cueva azul. Las grietas en el techo permiten que los rayos del sol creen reflejos en el interior de la cueva. Debido a la amplitud de la cueva , los visitantes pueden disfrutar de un baño en la impresionante luz color esmeralda.
La cueva de la reina en la misma ciudad de Vis fue llamada de este modo por la leyenda según la cual la reina iliria Teuta residió allí en su día. El nombre no es lo unico ''real'' de esta cueva, sus nombrosas cámaras crean un ambiente magnificiente, donde los curiosos visitantes pueden ser testigos de la escultura centenaria del mar.